sábado, 18 de noviembre de 2017

TORTA DE ÑAME



El ñame es otro de los aportes de los ancestros africanos a nuestra gastronomía. Con el ñame se pueden elaborar platos de dulce como de sal. En el blog menú del día les he compartido dos recetas: el mote de queso y el mote de candia y pescado, ambos con ñame de espina. Hoy estoy publicando esta rica torta de ñame, receta de mi abuela. Las cantidades son aproximadas y pueden variar de acuerdo con el gusto del cocinero.
Ingredientes:
1 kilo de ñame de espina
1 taza de azúcar
¼ kilo queso
2 huevos
Leche o crema al gusto
Nuez moscada rallada







Cocine el ñame en agua hasta que esté blando. Escurra el agua y machaque bien mientras está caliente. 










Adicione el queso rallado, los huevos, la nuez moscada y el azúcar. Rectifique la sal y si es necesario adicione una pizca. Humedezca la mezcla con un poco de leche o crema.











 La consistencia debe ser suave de manera que se pueda vaciar fácilmente en un molde engrasado. 













Ase en horno precalentado por 50 minutos o hasta que un palillo salga limpio y se vea dorado. Al igual que con el enyucado, este proceso demora más que con una torta convencional con harina de trigo.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

MERMELADA DE MANZANA

                          
En la cocina casi todo es aprovechable, por eso he tomado las cáscaras y los corazones de las ocho manzanas del postre anterior y los he puesto a hervir para realizar esta deliciosa y fácil mermelada. Bien es sabido que la manzana, principalmente la verde, es rica en pectina. Por lo tanto es ideal para elaborar esta gelatina natural.
Ingredientes:   
Cascaras y corazones de manzanas
Azúcar c/n

Así que he puesto a hervir las pieles y los corazones de manzana con suficiente agua que los cubra por aproximadamente una hora, hasta que el líquido ha quedado reducido a la mitad.










Luego se cuela y se mide el líquido resultante. Se lleva nuevamente al fogón en un recipiente hondo, de fondo grueso con la mitad de su peso en azúcar. Este es el mismo procedimiento de los espejuelos de guayaba. 









Se deja cocinar a fuego lento, revolviendo de vez en cuando con cuchara de madera, hasta que vaya espesando y empiece a napar en la cuchara.










 Se vierte caliente en tarros esterilizados y cuando enfríe ya está lista nuestra deliciosa mermelada de manzana.





miércoles, 30 de agosto de 2017

PIE DE MANZANA

                               
Se calcula que el pie (lease pai) ha existido desde 2000 años AC entre los griegos y los egipcios. De Grecia llega a Roma. La primera receta conocida de pie data de los romanos y era con queso y miel.
Los pies aparecieron en Inglaterra en el siglo XII y fueron predominantemente de carne. Según cuentan los historiadores, el “lemon pie” y “Apple pie” han sido preparados desde la época medieval. A partir del siglo XVI se diseminó la receta a lo largo de las colonias inglesas y los colonos británicos, franceses y holandeses la llevaron al otro lado del Atlántico a países como Estados Unidos, donde ya en el siglo XVII era un postre popular. De estas primeras recetas traídas por los colonos al actual “American Apple pie”, símbolo nacional, pocas han sido las modificaciones.
Algunos cocineros preparan la mermelada de manzana antes de agregarla a la base del pie. Estoy experimentando a colocar la manzana cruda, cortada en rebanadas finas, como hice con el pie de mango, a ver si nos evitamos un paso.
Ingredientes para la masa:
500 g de harina.
250 g de mantequilla fría, cortada en pequeños cubos
50 g de azúcar
1 cucharadita de sal
7 cucharas soperas de agua fría
Ingredientes para el relleno:
8 manzanas grandes
1 taza de azúcar
1 cucharada de canela molida
2 cucharadas de fécula de maíz
Zumo de un limón
50 g de mantequilla



Para elaborar la masa, cernir la harina en un bol, añadir el azúcar, la sal y la mantequilla fría, cortada en trocitos. Mezcla con la yema de los dedos hasta lograr una masa arenosa. Con extremo cuidado agregue el agua por cucharadas hasta que se forme una masa compacta que no se pegue a los dedos. Dividimos la masa en dos partes iguales, cubrimos con papel film y refrigeramos al menos una hora. También podemos hacer esta masa con antelación ya que se mantiene congelada hasta un mes.





Cuando la masa haya enfriado por completo cogemos una de las dos mitades y con ayuda de un rodillo, y sobre una superficie enharinada, le damos la forma necesaria para cubrir la base de nuestro molde. Barnizamos con la clara y dejamos secar. Mientras preparamos el relleno.










Pelamos y cortamos las manzanas en rebanadas bien delgaditas y las ponemos en un recipiente grande junto con el zumo de limón, azúcar, canela y fécula de maíz. Mezclamos bien hasta que todos los trozos queden cubiertos por el resto de los ingredientes.









Tomamos el molde cubierto con la masa, y lo llenamos con todas las manzanas. Es importante ser generosos a la hora de llenar el molde ya que al hornear, las manzanas reducen considerablemente su tamaño y si no llenamos bien el molde, tras el horneado se quedará hueca.





Por último, repartimos los trocitos de mantequilla sobre las manzanas y cubrimos con la otra mitad de la masa. Hay que hacer unos cortes en la masa de la cobertura para que el pie respire. Con la ayuda de un pincel pintamos toda la superficie con la yema batida con un poquito de agua y espolvoreamos azúcar al gusto.






Horneamos 20 minutos en un horno precalentado a 200°C, cubierto con papel aluminio. Pasado ese tiempo, bajamos la temperatura a 175°C, retiramos el papel aluminio  y horneamos otros 40-50 minutos más hasta que se vea dorada. Para comprobar si está lista, pinchamos el pie y si las manzanas están bien blandas ya está lista. Si se sienten duras le falta un poco.

Se recomienda comer tibia con helado de vainilla.