En recetas anteriores les he presentado cheesecakes horneados o refrigerados, con varias frutas como melocotones, moras o combinación de frutos rojos y todos son deliciosos. Este Cheesecake de limón y arándanos tiene ese ácido y dulce que combina tan bien, además de la cremosidad del queso y el yogurt.
Ingredientes:
360 g de arándanos
2 cucharaditas de maicena
2 cucharaditas de jugo de limón
90+250 g de azúcar
220 g de galletas dulces
5 cucharadas de mantequilla derretidas
400 g de queso crema
250 g de crema agria
Ralladura de dos limones
4 huevos
4 cucharadas de jugo de limón
1 cucharadita de vainilla
Para la corteza procesamos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida.Colocamos papel de hornear en el fondo del molde que sea más grande que el diámetro. Se cierra el molde atrapando el papel en su lugar. Engrasamos el molde en el fondo y los costados. Vertemos las galletas y presionamos en la base y costados. Congelamos la base mientras preparamos el relleno.
Precalienta el horno a 180°C y coloca una bandeja con agua hirviendo en el nivel inferior. Encima pon la rejilla donde va el Cheesecake (no se sumerge en el agua). Llena el molde con la mitad de la mezcla. Con una cucharita pon puntos de la salsa de arándanos en varios lugares y luego marmoléalo con un palillo. Repite con la otra mitad del relleno. Mete el chessecake en el horno precalentado y baja la temperatura a 150°C. cocinamos por hora y media o hasta que empiece a dorar por encima.
Esperamos a que enfríe y refrigeramos por lo menos 6 horas, preferible toda la noche. Desmolda el chessecake y pásalo al plato donde lo vas a servir. Baña con el resto de la salsa.