Mostrando las entradas con la etiqueta Glaseado espejo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Glaseado espejo. Mostrar todas las entradas

sábado, 14 de agosto de 2021

GLASEADO ESPEJO CON CHOCOLATE NEGRO

                              

En repostería el sabor es muy importante, pero sin duda también la presentación, por lo que terminar tu pastel con un glaseado brillante como un espejo le aporta un plus de acabado que le dará un aspecto de pastelería profesional.

A la hora de glasear, los pasteles deben de estar bien fríos o incluso haber pasado un buen rato en el congelador, para que con el contraste del glaseado caliente quede un acabado liso y fino, pero sobre todo con un brillo inigualable.  Vamos a necesitar un termómetro de cocina para poder medir con exactitud la temperatura de nuestra mezcla.

Este glaseado se puede hacer con chocolate blanco y luego darle el color que queramos, pero también se puede hacer directamente con chocolate negro, como la receta que les voy a compartir hoy.

Ingredientes:

125 g chocolate cobertura

25 g cocoa

150 g azúcar

120 g leche condensada

120 ml agua 

10 g gelatina sin sabor 



Hidratamos la gelatina en 45 ml de agua fría.




















Calentamos en un cazo el resto del agua junto con el azúcar, la leche condensada y la cocoa, mezclando con unas varillas hasta que empiece a hervir.


















Bajamos el fuego al mínimo y añadimos el chocolate cobertura, revolvemos hasta que se deshaga.  















Agregamos la gelatina hidratada y bajamos del fuego. 















Pasamos la batidora de mano para eliminar cualquier aglutinación, sin alzarla para no hacer burbujas. 














Tamizar para eliminar cualquier grumo que haya quedado. 





















Dejar enfriar hasta los 30 - 34°C antes de cubrir el pastel que debe estar bien frío. Si no dispones de un termómetro de cocina, una forma de saber que está listo es introduciendo una cuchara y, viendo si al darle la vuelta, el chocolate apenas gotea y recubre la cuchara prácticamente entera.







Saque la torta del refrigerador y colóquela sobre la rejilla. Deje caer el glaseado a baja altura y moviendo la mano por toda la superficie para no hacer huecos en el chantillí (se me dañó la foto que explica este paso).










Deje escurrir y regrese a refrigeración hasta que el glaseado esté firme.








Decore a gusto. En este caso con rosetones de chantillí y galletas oreo.