miércoles, 16 de marzo de 2016

MONGO MONGO

                                        
Se acerca la Semana Santa y estoy preparando los dulces que según la tradición compartiré con familiares, vecinos y amigos. He aprovechado para tomar las fotos del paso a paso de uno muy especial que voy a compartir con ustedes hoy: el mongo mongo.
Este dulce cuyo protagonista principal es el plátano maduro puede combinar hasta siete sabores y es un dulce tradicional de la costa caribe colombiana, que no puede faltar en ningún festival de dulce durante la Semana santa. Los ingredientes que acompañan al plátano maduro y las cantidades se establecen a gusto de las cocineras y dependen mucho de la región. Hay quienes usan batata, mango, guayaba o piña. Incluso, en algunas regiones mezclan plátano verde con el maduro. Para mi abuela había cuatro ingredientes que no podían faltar en el mongo mongo: plátano maduro, mamey, papaya biche y coco. Las otras frutas quedaban a elección y dependía de si estaban en cosecha o no.
Hacer mongo mongo era casi un ritual que podía durar una semana, cocinando el dulce a fuego bajo durante el día y dejándolo reposar en la noche. Si por un descuido se pegaba al fondo de la olla de barro, había que sacarlo con mucho cuidado y pasarlo a otra olla para seguir el proceso.
El mongo mongo se puede hacer con panela o azúcar. La panela tiene la ventaja de que toma más rápidamente el color oscuro característico, pero a mí, particularmente, me gusta más el sabor que otorga el azúcar. Esta es mi versión del mongo mongo.
Ingredientes:
2 kilos de plátanos maduros pelados (aproximadamente 10 platanos)
1 kilo de papaya biche procesada
½ kilo de pulpa de piña
½ kilo de pulpa de mamey
1 coco
1 kilo de azúcar
Canela y clavito al gusto



La papaya biche se pela, se limpia de semillas y tripas, se ralla, se cocina y se escurre; la piña se pela y se ralla; el plátano se muele; el mamey se pela, se le quita el pellejito que recubre la pulpa, se corta en tiras finas y se cocina en un poquito de agua; el coco se ralla y se cuela en dos tazas de agua.



Luego se mezcla el plátano con la papaya, el mamey, la piña, la leche de coco, la canela y el clavito en una paila honda, de fondo grueso y se deja hervir a fuego medio durante 30 minutos. 






Cuando todos los ingredientes están cocidos e integrados, se adiciona el azúcar y se sigue cocinando a fuego bajo, revolviendo frecuentemente hasta que tenga la consistencia y el color característicos. 







Se sabe que está a punto cuando al revolver se ve el fondo de la paila.


domingo, 6 de marzo de 2016

TORTA TERCIOPELO ROJO

                     
La torta terciopelo rojo (red velvet) es un pastel típico del sur de los Estados Unidos que obtiene su nombre del color rojo del pastel y siempre se acompaña con un frosting de queso crema. Existen varias historias sobre su origen, entre ellas, una que involucra al hotel Waldorf Astoria de Nueva York en torno a los años 50. Esta torta se popularizó en 1989 gracias a la película Magnolia de Acero. 
Para la elaboración de la torta se necesita suero lácteo (buttermilk) y para el frosting queso crema, del tipo philadelphia. Como en estas tierritas no se consiguen todos los productos que se encuentran fácilmente en cualquier tienda de EEUU, tenemos que desarrollar la creatividad. Así que he tomado dos litros de yogurt natural sin dulce lo he puesto a decantar de un día para otro en refrigeración removiendo varias veces para sacar la máxima cantidad de líquido y así he obtenido el suero para la torta y el queso crema para el frosting. Si nos apresuramos y no sacamos el mayor grado de humedad al queso, queda muy blando y no monta, estropeando el frosting.
Ingredientes:
3 tazas de harina
1 ½ tazas de azúcar
½ cucharada de cocoa
1 cucharadita de sal
3 cucharaditas de polvo de hornear
3 huevos grandes
300 ml de aceite de girasol
240 ml de suero lácteo (buttermilk)
½ cucharada de colorante rojo
1 cucharadita de vainilla
Para el frosting
400 g de queso de untar
300 g de azúcar glas
150 g de mantequilla pomada
1 cucharadita de vainilla
1 pizca de sal



Se tamizan juntos los ingredientes secos para evitar que salgan grumos (harina, azúcar, cacao, sal y polvo de hornear.  Reservamos.
En un bol batimos los huevos por aproximadamente un minuto.







Luego agregamos el aceite, el suero, el colorante y la vainilla.









A la mezcla coloreada le agregamos poco a poco, sin dejar de batir, los ingredientes previamente tamizados.








Echamos la mezcla en un molde previamente engrasado y enharinado y lo llevamos al horno precalentado a 175°C por aproximadamente 45 minutos, hasta que, al introducir un palillo, este salga limpio.





Mientras se enfría el biscocho, batimos la mantequilla hasta que esté cremosa y de un color más pálido, agregamos el azúcar poco a poco, la esencia de vainilla y la pizca de sal. Para terminar, agregamos  el queso crema, poco a poco hasta conseguir una mezcla que haga picos y se vea consistente.





Desmoldamos el bizcocho y lo partimos en tres horizontalmente, intercalamos capa de bizcocho con capa de frosting y por último cubrimos toda la torta con el frosting que nos quede y decoramos a gusto.