El baklava es un postre fácil, conocido en el mundo a través de la gastronomía turca, elaborado con una pasta de pistachos o nueces trituradas, distribuida en una masa filo y bañado en almíbar o jarabe de miel. Existen variedades que incorporan avellanas y almendras, entre otros frutos secos.
La historia del baklava se remonta a la antigua Mesopotamia. Se cree, sin embargo, que los asirios, cerca del siglo VII a. C., fueron los primeros en colocar unas pocas capas de masa de pan junto a nueces trituradas entre esas capas, añadiendo un poco de miel y horneándolos en sus hornos de madera primitivos. Los marinos y mercaderes griegos que viajaban hacia Mesopotamia pronto descubrieron las delicias del baklava y llevaron la receta a Atenas. El mayor aporte de los griegos es la creación de una técnica de pastelería que hace posible dejar la masa tan fina como una hoja, comparada a la textura áspera, similar a la del pan, de la elaboración asiria. Las capas de masa que lo forman son, tradicionalmente, treinta y tres. Sin embargo, esto puede variar.
Hace tiempo que he querido hacer esta receta, pero en mi terruño no se consigue la masa filo y el agua de azahar es demasiado costoso, por lo tanto, me arriesgué a hacer baklava con masa de hojaldre y usar otros aromatizantes para el almíbar. El resultado: ¡exquisito! No sé a qué sabe el original, pero este me gustó.
Ingredientes:
800 g de masa de hojaldre
200 g de pistachos sin cascara
150 g de almendras peladas
1 cucharadita de clavito molido
2 cucharaditas de canela molida
300 ml de agua
500 g de azúcar
1 rama de canela
4 clavitos de olor
1 estrella de anís
Una pizca de cardamomo
1 limón
50 g de mantequilla derretida
Utiliza una bandeja de horno para montar el baklava. Derretir la mantequilla y pintar el fondo de la bandeja. Estirar la masa de hojaldre para hacerla más delgada. Dividirla en tres partes. Coloca la primera parte en la bandeja enmantequillada.
Esparce la mitad de la mezcla de frutos secos.
Colocar la segunda parte de la masa de hojaldre y esparce la otra mitad de los frutos secos.
Coloca la tercera capa de masa. Pintar con mantequilla y cortar el baklava en cuadritos o la forma que prefiera.
Mientras el baklava está en el horno preparamos el almíbar. En una olla agregamos el agua y los 400 g de azúcar restantes. Se agrega una rama de canela, los clavitos, la estrella de anís, el cardamomo y rodajas de limón. Se deja hervir la mezcla hasta que se haga ligeramente densa.
Se retira del fuego y se deja refrescar. Se cuela y se riega por encima del baklava, que quede bien impregnado. Se deja enfriar y se separan los cuadritos.