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sábado, 21 de diciembre de 2013

PUDÍN NEGRO (Para servir con champagne)

                                      
El pudín negro, torta negra o torta negra galesa, actualmente está muy ligada a todo lo que es celebración, sobre todo si hay brindis con champagne. Sin embargo su origen es bien distinto. Al contrario de lo que su nombre parece indicar , no vino de Gales.
En realidad, es todo un símbolo de la fuerza con la que los primeros colonos galeses que llegaron al valle del río Chubut enfrentaron las dificultades que les impuso el medio ambiente. El 28 de julio de 1865, en el velero Mimosa, llegaron a las costas de Chubut, 153 pobladores, entre hombres y mujeres, provenientes del condado de Madryn, en el país de Gales. Ellos querían huir del acoso inglés y el gobierno argentino quería poblar y defender un territorio inmenso, poblado por indígenas y continuamente amenazado por invasores extranjeros que se acercaban por tierra y por mar.
La escasez de alimentos por las que reiteradamente debían atravesar aquellos pioneros, obligó a las mujeres a inventar y reinventar formas de hacer rendir los escasos elementos con que contaban y procurar que se conservaran en el tiempo. Fue así que un grupo de familias juntaron varios ingredientes que poseían y las sabias manos de las mujeres fueron mezclando partes de harina, azúcar negra, nueces y otros ingredientes por el estilo, dando forma a una torta cuyas principales características fueron alto contenido en calorías y una larga posibilidad de conservación.
Pasados los peores momentos, la torta negra constituyó siempre un símbolo de tesón, supervivencia y vocación solidaria. Integrada a la tradición de la colonia galesa, durante muchos años una torta negra coronaba la torta de bodas. Los novios, una vez casados repartían entre los invitados parte de la torta y se guardaban una parte para ellos, envuelto en fino papel dentro de una lata de galletas. Así, todos los meses siguientes, conmemoraban la fecha de su boda compartiendo en la intimidad un trozo de este bizcochuelo oscuro, siempre húmedo y de tan particular sabor.
Esta tradición se ha extendido por el mundo y es así como la torta negra galesa  no solo acompaña bodas sino quinceañeros, grados, primeras comuniones. Incluso, en Colombia y Venezuela  suele ser un regalo muy apreciado en navidad.
Ingredientes:
4 tazas de harina
3 tazas de azúcar
500 g de margarina
200 g de frutas cristalizadas
6 cucharaditas de polvo de hornear
250 g de ciruelas pasas
250 g de pasitas
250 g de almendras
250 g  de nueces
8 huevos
1 cucharadita de canela en polvo
1 cucharadita de nuez moscada en polvo
1 cucharada de clavito en polvo
1 cucharadita de vainilla
1 taza de nescafé
1 botella de brandy o ron*
Papel parafinado

Las frutas cristalizadas se ponen en remojo en el brandy o ron desde el día anterior  y un rato antes de hacer el pudín se ponen a escurrir. Lo primero que haremos será el caramelo. Para ello ponemos en una cacerola 2 tazas de azúcar a tostar sin nada de agua. Se va revolviendo y cuando esté dorado se baja y se sigue revolviendo hasta enfriarlo. Se le agrega media taza de agua.



Se prepara el café con una taza de agua hervida y dos cucharadas de café instantáneo. La harina se cierne con el polvo de hornear, la canela, clavito, nuez moscada. A esto se le agrega las ciruelas pasas cortadas en trocitos y sin semilla, las pasitas cortadas por la mitad, las almendras y las nueces trituradas. Se engrasan, empapelan y engrasan los moldes. Se pone acalentar el horno a 180°C.




Se bate la margarina con el azúcar y se le agregan las frutas cristalizadas escurridas (el ron se aparta). Se le pone el caramelo,  la vainilla.




La harina ya lista, se va alternando con  la taza de café. Por último los huevos se baten, se le agregan a la mezcla, se revuelve bien y se pone en los moldes y se asa por aproximadamente 50 minutos o hasta que al introducir un palillo salga limpio. Cuando el pudín va para el horno se le pone encima un pedazo de papel parafinado.




Se desmoldan calientes, se dejan refrescar y se bañan con el ron que quedó de las frutas cristalizadas, se envuelven en papel manteca y se guardan