Los pasteles de Belén, también llamados pasteles de nata son tartaletas de crema, de unos ocho centímetros de diámetro, elaboradas según una receta secreta que no ha sido desvelada en casi doscientos años y que, supuestamente, solo tres personas en el planeta la conocen. Son una de las especialidades más características de la cocina portuguesa. Tanto la pasta como la crema comienzan a elaborarse a puerta cerrada, en el llamado "taller del secreto", en un proceso que dura dos días. La pasta es de hojaldre. La crema tiene una base fundamental de yema de huevos, leche y azúcar. Se comen tanto fríos como calientes.
Se cree que fueron creados por los monjes católicos del Monasterio de Santa María de Belén. En 1834 cerró el monasterio y el panadero decidió venderle la receta al empresario portugués, Domingos Rafael Alves. Actualmente se elaboran en la "fabrica de los pastéis de Belén" con la receta secreta que guardan celosamente desde 1837.
La receta que les comparto hoy es una aproximación a la original que nadie conoce. Pero sabemos que la masa es de hojaldre y la crema a base de yemas, leche y azúcar. Así que blanco es…
Ingredientes:
1 lámina de hojaldre francés
2 yemas
300 ml de crema de leche
200 ml de leche
150 g de azúcar blanco
20 g de fécula de maíz
1 raja de canela
Piel de limón
1/2 cucharadita de vainilla
En un bol mezclamos la fécula, el azúcar, las yemas y un poco de leche, revolviendo bien hasta obtener una mezcla homogénea.
En una olla ponemos la crema con el resto de la leche, la canela y la piel de limón. La llevamos al fogón a fuego bajo.
Colamos y regresamos la crema a la olla y llevamos a fuego suave hasta que cuaje. Dejamos reposar.
Estiramos la lámina de hojaldre, hacemos círculos de 8 cm.
Los colocamos en un molde para cup cakes previamente engrasado. Pinchamos el fondo para que no se levante.
Llenamos tres cuartos (3/4) con la crema.