El lemon curd es una crema
de limón de origen inglés, muy popular a finales del siglo XIX y principios del
siglo XX. Se servía con pan o scones, para acompañar el té, como alternativa de
la mermelada. Además, se utilizaba también como relleno para tartas, pasteles y
tartaletas.
Esta crema difiere de los
rellenos para tartas y natillas en que contiene una proporción mayor de zumo y
cáscara de limón, lo que le da un sabor más intenso y no contienen espesantes como
maicena o harina. Además la mantequilla le confiere una textura más suave y
cremosa. Para hacer lemon curd se emplea jugo fresco de limón, huevos, azúcar,
ralladura de limón y mantequilla.
Ingredientes:
6 yemas
150 g azúcar
80 ml de jugo de limón
Ralladura de un limón
50 g mantequilla
Agregamos el jugo
de limón y mezclamos bien.
Llevamos al baño maría hasta que espese.
Bajamos del fuego, colamos y
agregamos la mantequilla.
Una vez frío se debe llevar al refrigerador si no se va a utilizar enseguida.
Puede conservase durante una semana o dos meses si se congela.