lunes, 24 de marzo de 2014

CONSERVITAS DE PLÁTANO MADURO


En una entrada  anterior les hablé de la influencia de culturas foráneas en la gastronomía Caribe, especialmente la de Cartagena de Indias, por ser puerto importante desde los tiempos de la colonia. Un aporte sustancial fue el de las cocineras africanas que introdujeron el uso del plátano maduro tanto  en platos de dulce como  de sal.
Las conservitas de plátano maduro hacen parte de esta herencia de nuestros ancestros africanos. La mayor cualidad de este postre es la simpleza de sus ingredientes y la facilidad de elaboración.Las conservas se caracterizan por utilizar el azúcar como preservativo, por lo tanto esta receta no necesita químicos en su elaboración.
Ingredientes:
8 plátanos maduros
1 kilo de azúcar




Los plátanos se pelan, se muelen y se pesan para establecer la cantidad exacta de azúcar que necesitan. Los 8 plátanos pesan alrededor de 1.5 kilos, entonces, le agregamos 750 g de azúcar, o sea, la mitad del peso del plátano en azúcar. El resto del kilo lo guardamos para espolvorear las conservitas. 




Cuando los plátanos están pelados y molidos los echamos en  una paila junto con el azúcar y lo llevamos al fogón con fuego moderado. Se debe revolver con frecuencia para evitar que la mezcla  se pegue en el fondo y se queme. 
Sabemos que las conservitas están listas cuando al revolver la mezcla se desprende totalmente del fondo y ya ha adquirido su característico color oscuro.






Entonces, se vacía la mezcla en una superficie limpia y seca y se extiende antes que enfríe. 







Una vez fría, se cortan las panelitas y se espolvorean con azúcar para que no se peguen unas con otras.

sábado, 15 de marzo de 2014

SOUFFLÉ DE FRESAS O FRAMBUESAS


                      
La palabra soufflé (suflé) proviene del participio pasado del verbo francés souffler que significa soplar o inflar.  El soufflé es un plato ligero elaborado al horno con  claras de huevo batidas a punto de nieve y combinadas con una base que le proporciona sabor y textura.  Puede ser de dulce o de sal, por lo tanto se puede servir como entrada, como postre y acompañado de una ensalada constituye un plato principal a la hora de la cena.
Cuando sale del horno, el soufflé es grande e hinchado, y suele bajar tras 20 o 30 minutos. Este puede ser hecho en recipientes de todos los tamaños, pero es tradicional hacerlo en una especie de “copa de soufflé” denominada ramekín.
Es difícil encontrar registros sobre quién lo creó o cuándo. Aparece en los menús y recetas gastronómicas a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, sobre todo en los banquetes de la “belle èpoque”.
Se puede hacer soufflé de legumbres, de queso, pollo, atún, frutas, etc. La receta que voy a compartir hoy con ustedes es dulce y he escogido las fresas para la elaboración de este delicioso manjar. Originalmente esta receta era con frambuesas, pero como en mi tierra son de difícil consecución opté  por las fresas y el cambio resultó bueno.
Ingredientes:
175 g de fresas
225 ml de leche
4 huevos medianos
90 g de azúcar
3 cucharadas de harina
½ cucharadita de vainilla



Calentar el horno a 190ºC. Engrasar y espolvorear con azúcar los moldes. Abrir los huevos y separar las claras de las yemas. Apartar 3 cucharadas de leche y llevar el resto a hervir. 









En un bol resistente al calor mezclar  tres cucharadas de leche con las yemas, tres cucharadas de azúcar, vainilla y la harina hasta conseguir una pasta. Añadir la leche caliente y batir. 












Devolver la mezcla a la olla y llevar al fogón hasta que espese. Luego apartar del fuego y reservar.












Licuar 100 g de fresas, sin agua y luego colar para hacer un coulis. Picar el resto y reservar. 











Batir las claras a punto de nieve y añadir el resto del azúcar para hacer un merengue espeso y suave. 













Incorporar una cuarta parte del merengue  y el coulis de fresas a la mezcla de las yemas, luego agregar el resto del merengue y los trocitos de fresas, con movimientos envolventes, hasta que la mezcla esté uniforme. Poner la mezcla en los moldes. 






Hornear durante 25 minutos aproximadamente o hasta que hayan crecido y tengan un bonito color dorado. 













Servir con helado de vainilla o nata.

jueves, 6 de marzo de 2014

TARTA SAINT HONORÉ


El día de mi cumpleaños quise hacer algo diferente. Algo que no hubiera hecho antes, así que me decidí por la tarta saint honoré. Entonces,  aproveché para tomarle fotos al paso a paso y hoy la voy a compartir con ustedes.
La tarta Saint Honoré recibe este nombre de la calle en la que se localizaba la pastelería donde empezó a dispensarse, la rue Saint Honoré de París. El chef pastelero que la creó se llamaba Fauvel. La peculiaridad de esta tarta es su crema, un merengue batido caliente (merengue italiano) con crema pastelera y que recibió el nombre de crema chiboust (apellido del dueño de la pastelería, Monsieur Chiboust).
A esta altura del blog los que me ha seguido conocen como se prepara cada uno de los componentes de la tarta saint honoré, para los que acaban de llegar les dejo el hipervínculo hacia los títulos publicados.
Ingredientes:
1 plancha de masa de  hojaldre (es más práctico comprarla que hacerla)
Caramelo

Se calienta el horno a 180º, y mientras se hace la base de la tarta. Para ello se corta la base de hojaldre  del tamaño deseado. Yo he hecho un disco de hojaldre del tamaño de un molde de media libra. Se monta sobre una base de silicona o papel de hornear.  Se forma un cordón grueso de pasta choux por todo el borde del hojaldre y se pica con un tenedor el centro  para que no suba. Con el resto de la masa, se forman profiteroles.




Se introduce la bandeja en el horno y se deja cocer unos 20 minutos, o hasta que esté dorado. Se dejan enfriar los profiteroles  y a continuación se rellenan con la crema pastelera, pinchando en la base con la boquilla finita de la manga. 






Se rocía el cordón con caramelo líquido y se van pegando los pastelitos rellenos.  Se riega con más caramelo y ya está formada la base de la tarta





Por último, se cubre el fondo con una capa de la crema chiboust  y se adorna con nata montada.
NOTA: Las proporciones para la crema chiboust son a gusto de chef. Se recomienda 350 g de pastelera por 150 de merengue pero también se puede hacer 50/50 o como se prefiera.

jueves, 27 de febrero de 2014

MASA O PASTA CHOUX

Hoy les voy a regalar tres recetas en una. Ya que los buñuelos de viento, los  eclairs y los  profiteroles se preparan con la misma masa. La famosa masa o pasta choux.
La pasta choux es una preparación de origen francés que se caracteriza por tener una masa muy ligera. Se suele comer fría y a menudo rellena con otros ingredientes que pueden ser dulces o salados.
Aunque la historia reconoce el origen francés de la masa choux, hay registros escritos por Apicius, donde se menciona a Catalina de Médicis, como la persona que lleva esta pasta de Italia a Francia en el año 1537, cuando ésta abandonó Florencia para casarse con Enrique II de Francia. Se atribuye su invención a un pastelero italiano, de apellido Popelini, que servía a la reina Catalina. Antoine Carême (1784-1833) perfeccionó  la pasta choux y creó diversos derivados con la misma receta que se usa actualmente.
El truco de la ligereza de la pasta choux es introducir aire en la masa, para ello se ha de batir muy bien los huevos al agregarlos, siempre de uno en uno. La masa estará lista cuando resulte fina, espesa y tenga un aspecto brillante.
Si la asamos  en horno a 180ºC obtendremos eclairs o profiteroles (los eclairs son piezas alargadas, como de 8 centímetros, mientras que los profiteroles son pequeños y redondos),  que se pueden rellenar con cremas o pastas de dulce o de sal. Si se fríe en abundante aceite caliente  obtendremos unos deliciosos buñuelos.
La pasta choux se puede  elaborar con leche, con  agua o con  agua y leche. Yo prefiero  utilizar  mitad leche y mitad agua. Así que les toca escoger qué prefieren a la hora de elaborarla.
Ingredientes:
½  taza de agua
½ taza de leche
100 g de margarina
1 taza de harina
¼ cucharadita de sal
4 huevos
1 cucharada de azúcar (opcional,  si el relleno es dulce)




Hierva el agua y la leche con 100 g de margarina. 









Agregue 1 taza de harina cernida y revuelva rápidamente y se cocina hasta que la masa se separe de los costados de la olla. 









Se quita del fogón, se deja refrescar y se le agrega ¼ cucharadita de sal y 4 huevos, batiendo después de cada uno. Ponga la masa en una manga y sobre una placa de silicona o papel parafinado coloque porciones en forma alargada (eclairs) o formando bolitas (profiteroles)  áselos a 180ºC por media hora más o menos.


Si lo que quieres son unos deliciosos buñuelos, puedes perfumar la pasta con vainilla al gusto, freírlos en aceite caliente, escurrir en toalla de papel y espolvorear con azúcar glas.

miércoles, 19 de febrero de 2014

ISLA FLOTANTE O ISLA DE NIEVE

En la cocina francesa existen dos denominaciones: “oeuf à la neige” e  “île flottante”, que  se usan para referirse al mismo postre. La diferencia está en la forma de prepararlos. “Les oeufs à la neige” se escaldan por cucharadas en la leche que se va a usar para hacer la crema inglesa y el caramelo se prepara por aparte; mientras que “l’île flottante” se hace al baño maría en un molde caramelizado. Lo que me genera cierta confusión,  creo que se debe a un error de traducción. A mí me enseñaron a hacer “isla de nieve” y así la tengo en mi recetario. Sin embargo, a raíz del blog,  me di a la tarea de investigar sobre la historia de este postre y me encuentro que es más conocido  como “isla flotante”.
Sé que es el mismo postre porque  básicamente,   es un merengue flotando sobre una crema inglesa y bañado con caramelo. Este delicioso postre, definitivamente no es un clásico, ya que no aparece adjudicado a ninguno de los famosos chefs de la cocina francesa y ni en wikipedia he encontrado información sobre su origen o historia.
Ingredientes:
4 huevos
½ litro de leche
½ kilo  de azúcar
Vainilla





Caramelice la parte de arriba de  un  molde para baño maría o una flanera con tapa, usando para esto ¾ tazas de azúcar y muy poco agua (la suficiente para mojarla).






Bata 4 claras a punto de nieve y agréguele, una a una, 4 cucharadas de azúcar, batiendo siempre después de cada una, agregue vainilla al gusto. Ponga el merengue sobre el caramelo, compactándolo lo más que se pueda para que la superficie quede lisa. 






Cocine al baño maría por media hora. Tenga cuidado de tenerlo bien tapado. Mientras  tanto haga una salsa inglesa con las yemas, ½ litro de leche, azúcar, y vainilla. Se enfría un poco revolviendo. 







Cuando estén fríos, tanto el merengue como la crema se procede a montar el plato. Primero,  se desmolda el merengue en un plato de bordes altos. Luego se echa la crema alrededor y se refrigera hasta servir.

viernes, 14 de febrero de 2014

CREMA INGLESA

                         
En una entrada anterior les conté que Auguste Escoffier, cocinero y escritor culinario francés, (durante su estancia en Inglaterra) se dio a la tarea de revisar y corregir la receta de la crema pastelera (crème patissiére o crema francesa), suprimiendo la fécula y perlando la mezcla, dando así origen a la crema inglesa.
La  crema inglesa, por lo tanto,  es muy parecida a la crema pastelera pero más ligera.   Se la utiliza mucho para salsear postres o dar terminaciones a los platos dulces. Se suele preparar con yemas de huevo, leche o crema (nata), azúcar y vainilla o piel de limón o naranja para aromatizar. Sirve de   base para la “crème brulée” y para la preparación de un buen número de helados.
Su manejo es delicado por  la naturaleza de sus ingredientes. Es muy importante realizar una cocción adecuada, ya que este es el único medio de pasteurización de las yemas que la componen. Por otro lado, en cuanto a la calidad  de esta crema, la cocción es un punto crítico, pues si no se alcanza la temperatura adecuada ésta no adquiere la consistencia ideal, resultando una crema demasiado ligera que no logra napar, pero si se excede la temperatura se obtendrá una crema con grumos y sabor y aroma a huevo. Se recomienda cocerla a fuego medio-bajo o, preferiblemente, al baño maría para evitar resultados desastrosos.
Ingredientes:
½ litro de leche
4 yemas
125  g azúcar
1 cucharadita de vainilla


Poner en una olla la leche con 75 g de azúcar y llevarla al fogón, removiendo de vez en cuando. Cuando rompa a hervir retirar del fuego. Mientras, en un bol,  poner las yemas y el resto del azúcar. Batir con varilla hasta que las yemas estén espumosas.





En ese momento incorporar la leche a las yemas poco a poco y sin dejar de batir (en este tipo de preparaciones hay que verter siempre lo caliente sobre lo frío, caso contrario la yema se cuajaría). Una vez que se haya incorporado toda la leche,  se vuelve  a poner la preparación en la olla y se lleva a cocer a temperatura media-baja, sin sobrepasar los 85ºC y sin dejar de mover con una cuchara de madera, durante cinco minutos aproximadamente o hasta que la crema haya cogido algo de densidad. 


Esto se comprueba si napa el dorso de la cuchara de madera (al pasar el dedo deja rastro).








Apenas alcance la consistencia deseada se baja del fogón y se le agrega la vainilla. Se lleva a un baño maría invertido para que cese completamente la cocción y se enfríe.


jueves, 6 de febrero de 2014

BIZCOCHO BORRACHO

El bizcocho borracho, al que también simplemente se le llama borracho, es un tipo de bizcocho esponjoso, que se baña con un sabroso sirope que contiene un licor, normalmente brandy o ron. Esta salsa le da nombre al bizcocho. Es un postre típico de la gastronomía española, principalmente en las provincias de Cuenca y Guadalajara en Castilla La Mancha. Sin embargo, la historia cuenta que la idea fue del duque francés Estanislao Leszczynsky en 1737, quien derrotado y deprimido en el exilio, le pidió a su jefe de repostería, Nicolás Stöhrer, que le hiciera un bizcocho local y que lo bañara con vino malagueño. Entonces el repostero tomó una torta y la empapó con el vino y la cubrió con mermelada de albaricoque, la aromatizó con rosas briznas de azafrán de España.
El tipo de bebida alcohólica usada para bañar a los borrachos varía dependiendo del lugar. Los más habituales son el ron y el brandy y a veces el famoso vino de jerez. Sin embargo, en algunos lugares usan vinos blancos dulces o vinos de postres que le dan un sabor ligeramente distinto. 
Los borrachos son un complemento perfecto de los cafés o chocolates calientes en la mañana, van de maravilla con el té de la tarde, incluso, funcionan bien como postre después de la cena.
Ingredientes para el bizcocho:
1 taza de harina
½ taza de azúcar       
1 cucharadita de polvo de hornear
¼ cucharadita de sal
4 huevos
½ cucharadita de vainilla

Se baten las yemas con el azúcar y la vainilla, se agrega la harina cernida con el polvo de hornear y la sal y por último las claras batidas a punto de nieve. Asese a 350°F en molde rectangular engrasado, empapelado y engrasado. Se deja enfriar y se corta.






Almíbar: Se pone 1 taza de azúcar en 1 ½ tazas de agua al fogón y se deja hervir bastante. Luego se baja y se le agrega ½ taza de brandy o ron fino. Se mojan con este almíbar los bizcochos. 





Se prepara una crema pastelera con 1 taza de leche, 2 yemas, ¼ taza de azúcar, 1 ½ cucharada de fécula de maíz, vainilla, margarina y una pizca de sal y se vacía caliente sobre los bizcochos. 







Con las claras que sobraron de la crema se hace un merengue italiano o suizo, agregándole el doble de azúcar y ½ cucharadita de vainilla. Esto se pone encima de los bizcochos y se adorna con trocitos de fruta fresca o en almíbar. 

viernes, 31 de enero de 2014

CRÊPE SUZETTE

La crêpe suzette es una crêpe dulce y  rellena. La característica de la crêpe suzette es el relleno que consiste en mantequilla que ha sido ablandada y batida con azúcar, zumo, bien de naranja o de mandarina y licor de naranja. Antes de servirlas se pasan por una sartén a fuego suave o un par de minutos al horno y se sirven enseguida, calientes. El flambeado habría sido una invención posterior,  probablemente a raíz de un accidente fortuito.
Aunque a ciencia cierta,  la crêpe suzette es originaria de Francia, su creación se ha discutido mucho, aunque la tendencia generalizada es admitir que fue un hecho accidental o casual. Las referencias más conocidas sugieren que era uno de los platos preferidos del rey Eduardo VII, pero esto se infiere debido a la supuesta vinculación que tuvo en su creación.
La historia más difundida sobre el origen de la crêpe suzette cuenta que el Príncipe de Gales frecuentemente pasaba el invierno en La Costa Azul francesa, en Montecarlo. Un día en compañía de un grupo de personas fueron a comer. Mientras el maitre preparaba las crêpes para el postre se derramó e incendió por descuido el licor de mandarina que había cerca. El asustado maitre, probó el resultado y tenía buen sabor, por lo que animosamente las sirvió dobladas dos veces y las presentó como nueva creación.
Esta historia es la más aceptada sobre el origen de la crêpe suzette, aunque sólo aclara el origen del flambeado. La discrepancia radica en quién fue el maitre que se equivocó y dio origen a tan famoso plato.
La receta que les presento hoy tiene una pequeña modificación, ya que cambié la crema de mantequilla del relleno por mermelada de naranja y para que quedaran más jugosas las sumergí en un caramelo de naranja antes del flambeado.
Ingredientes para la crêpe:
1  taza de harina
¼  cucharadita de sal
2 huevos
1 ½ taza de leche

jueves, 23 de enero de 2014

CREMA PASTELERA

La crema pastelera es una crema muy utilizada en repostería. Se usa para rellenar tartas, eclairs, milhojas, tartaletas. En este blog la he utilizado en el pionono, el  postre napoleón y el pastel de coco, pero sin darle el protagonismo que se merece y sin establecer la diferencia entre ésta y la crema inglesa. Sus componentes básicos son leche, huevos, azúcar y harina (de trigo o de maíz). Se aromatiza con vainilla, canela, limón o naranja, en esencia o su ralladura.
Esta crema tuvo su origen  en la Francia del siglo XIX. En 1828, encontramos entre las recetas del cocinero real una crema glaseada cuya composición es bastante parecida a la que se hace actualmente. La presencia de fécula la hacía relativamente espesa. Esta crema se llamaba “crème patissiére” o “crema francesa”. Escoffier – cocinero y escritor culinario francés –  revisó y corrigió la receta durante su estancia en Inglaterra, suprimiendo la fécula y perlando la mezcla. En este momento se convirtió en la “crema inglesa”. Pero ese es tema de otra entrada.
A partir de la crema pastelera se pueden obtener otras variantes, por ejemplo:
·    Crema pastelera al chocolate (agregando cacao en polvo  o chocolate de cobertura.
·    Crema pastelera al café (agregando café soluble)
·    Crema muselina (agregando mantequilla o margarina)
·    Crema Chiboust o Saint Honoré (agregando merengue italiano)
·    Crema Diplomática (agregando crema chantilly)
La cantidad de fécula utilizada va a depender del resultado que espere el cocinero. Las medidas que les ofrezco a continuación dan muy buenos resultados para la preparación del pionono o para rellenar eclairs y profiteroles.
Ingredientes:
1 litro de leche
4 yemas
¾ tazas de azúcar
6 cucharadas de fécula de maíz
¼ cucharadita de sal
½ cucharadita de vainilla
3 cucharadas de mantequilla




Se deslíe en 1 taza de  leche, la fécula,  se  agregan las  yemas y se bate bien. El resto de la leche se endulza con el  azúcar y  lleva al fogón. Apenas hierva se echa sobre las yemas y la fécula, se regresa al fuego y se cuaja por 3-5 minutos, revolviendo vigorosamente para que no se empelote. Se baja, se le agrega la sal, vainilla y   margarina.

domingo, 19 de enero de 2014

CUPCAKES VEGANOS


Cupcake, que literalmente  significa “torta de taza” o “torta en una taza”   es una pequeña torta para una persona, frecuentemente cocinada en un molde similar al empleado para hacer magdalenas o muffins.
El cupcake es un icono de la gastronomía estadounidense. Este dulce surge en el siglo XIX. Antes de que surgieran los moldes para hacer muffins, solían hacerse en tazones, cazuelas de barro o ramequines, siendo este el significado de su nombre en inglés (cup y cake).
La receta base de un cupcake es similar a la de cualquier otra torta: mantequilla, azúcar, huevos y harina. La mayoría de las recetas para tortas pueden servir, y debido a su reducido tamaño se hacen más rápido que una torta común. La decoración habitual de los cupcakes es una crema de mantequilla o buttercream a la que se le puede añadir sabor y color para hacerlos aún más vistosos.
Su primera mención fue rastreada hasta el año 1796, cuando Amelia Simms utilizó este término para una “tartaleta que se cocina en pequeñas tazas”, en su libro American cookery. En el siglo XXI los cupcakes se han puesto muy de moda. En New York algunas tiendas de cupcakes, como Magnolia Bakery, han recibido publicidad por sus apariciones en programas populares de televisión de ese país. La presentadora de televisión Martha Stewart publicó un libro de cocina dedicado a los cupcakes.
Dentro de la gran variedad de cupcakes están los veganos, para aquellas personas que no pueden o no quieren consumir derivados  animales. Es asombroso cómo se consigue, sin huevos ni mantequilla, unos cupcakes tan esponjosos. Aquí les dejo una receta de cupcakes veganos para que los disfruten.
CUPCAKES VEGANO DE COCO         
Ingredientes:
1 taza de leche de coco
1 ½  tazas de harina
¾  cucharadita de polvo para hornear
½  cucharadita de bicarbonato
½  cucharadita de sal
¼   taza de aceite de girasol o canola
¾  taza de azúcar
1 cucharadita de esencia de coco
Coco deshidratado para decorar

En un bol echamos el aceite, el azúcar y la mitad de la leche de coco. Batimos hasta que se incorporen los ingredientes y el azúcar esté totalmente disuelto. Luego agregamos la mezcla de los ingredientes secos alternando con la otra mitad de la leche de coco, terminando con  harina y la esencia de coco.Colocar los capacillos en el molde de cupcakes y llenar un poco más de la mitad. Agregar coco deshidratado por encima. Llevar al horno a 180 grados por 15 o 20 minutos aprox. Dejamos reposar 5 minutos en el molde y luego enfriamos en una rejilla.


También se pueden decorar con una crema de mantequilla  y colocarle el coco deshidratado por encima. Esta crema se hace con  300 g de margarina vegetal, 250 g de azúcar pulverizada, 2 cucharadas de leche de coco y  1 cucharadita de esencia de coco. Primero se bate la margarina pomada hasta que esté cremosa, sin dejar de batir agregar poco a poco el azúcar. Por último agregar la leche de coco y la esencia,  batir por 3 minutos más aprox.

lunes, 13 de enero de 2014

FLAN DE CARAMELO

                         
El flan o leche asada es un postre que suele prepararse con huevos enteros, leche y azúcar. Su ingrediente principal es el huevo, ya que al cocerse sus yemas se cuajan y toman la forma del molde, adquiriendo una textura ligera y cremosa. Existen muchas recetas de flan, algunas incluyen compotas de frutas, almendras y  pistachos. Es tradicionalmente cocinado en baño María, con caramelo en la capa inferior. Una vez terminada la cocción el molde es invertido, quedando cubierto el flan con el caramelo.
La historia del flan se remonta a la época del Imperio Romano, donde era llamado tyropatina, y era elaborado con huevos, leche, pimienta y miel. Ya en la Edad Media esta receta se hizo muy popular en épocas de Cuaresma cuando estaba prohibido comer carnes. Entonces surgió el "flado" (torta u objeto plano) de huevos cuajados, en versiones saladas y dulces, con pescado, verduras y también frutas, queso y miel.
Fue alrededor del siglo VII que se popularizó el término "flan" para nombrar este platillo y también fue por esa época que se dejó de espolvorear pimienta en la superficie, como acostumbraban los romanos y se sustituyó por azúcar.
En Francia y España la versión dulce del "flado" comenzó a servirse como postre invertido con una salsa de caramelo. Llegó a América a través de la conquista española y hoy en día es uno de los postres más populares del mundo.
De todas las posibles recetas escogí la más sencilla pero  no por eso menos deliciosa. Prueben a hacer esta delicia y me cuentan.
Ingredientes:
1 litro de leche
 8 huevos grandes
1 libra de azúcar
Vainilla al gusto
Ralladura de 1 limón
¼ cucharadita de sal






Se carameliza un molde con ¾  taza de azúcar y 2 cucharadas de agua.



















Se baten los huevos clara y yema con el resto del  azúcar y se agrega la leche, la vainilla y la  ralladura de 1 limón. 











Se vacía en el molde caramelizado. 
















Se lleva al baño maría en  horno a 260°C  por aprox. 1 hora. Se cubre con papel aluminio la primera ½ hora y luego se destapa para que adquiera un bonito color dorado.












Se deja reposar y se lleva a refrigeración de un día para otro, para que el caramelo se derrita completamente y forme la salsa.







lunes, 6 de enero de 2014

PIE DE MANGO

En la entrada anterior les comentaba que  la diferencia entre una tarta y un pie (pai) radica en que el pie llevaba masa en el fondo y por encima del relleno, mientras que la tarta era totalmente descubiertas. Bueno, entonces, el postre que les voy a regalar en esta ocasión es un pie.
Se calcula que el pie ha existido desde 2000 años A C entre los griegos y los egipcios. De Grecia llega a Roma. La primera receta conocida de pie data de los  romanos y era con queso y miel.
Los pies aparecieron en Inglaterra en el siglo XII y fueron predominantemente de carne. Según cuentan los historiadores, el “lemon pie” y  “Apple pie” han sido preparados desde la época medieval. A partir del siglo XVI se diseminó la receta a lo largo de las colonias inglesas y los colonos británicos, franceses y holandeses la llevaron al otro lado del Atlántico a países como Estados Unidos, donde ya en el siglo XVII era un postre popular. De estas primeras recetas traídas por los colonos al  actual “American Apple pie”, símbolo nacional, pocas han sido las modificaciones.
Siendo el mango una fruta tropical, el pie de mango es una adaptación de este delicioso postre a nuestro ardiente trópico.
Ingredientes:
2 o 3 mangos grandes que no tengan fibra
½ taza de azúcar
2 cucharadas de fécula de maíz
1 cucharadita de canela en polvo
1 cucharadita de nuez moscada
1 tris de clavito de olor
Se pela y se corta el mango a lo largo. Se liga con los demás ingredientes y se deja a un lado. Mientras tanto se hace la siguiente pasta:
3 tazas de harina
3 cucharaditas de polvo de hornear
1 cucharada de azúcar
½ cucharadita de sal
250 g de margarina
6 cucharadas de agua fría
1 huevo

Se mezcla la harina con el azúcar, la sal, el polvo de hornear  y la margarina, cortándola con tenedor y cuchillo hasta que se compenetren bien, luego se le agrega el agua y se sigue cortando. Se pone sobre la mesa un poco más de la mitad de la masa y se extiende con el rodillo. Se forra con esto el plato y se impermeabiliza untando el fondo con clara de huevo y se deja secar.






Se agrega la crema de mango y se forra  con la masa que quedó. 










Se le hacen perforaciones para que salga el vapor,  se le pone por encima un poquito de yema mezclada con agua para que dore y se lleva al horno a 240°C por 10 minutos y luego a 180°C hasta que esté (aprox. 50 minutos).