La carlota, del francés Charlotte, es una torta de origen francés que se caracteriza por una base de bizcocho o galleta que se sirve frío. Se elabora forrando el fondo y los bordes de un molde alto con el bizcocho o las galletas y rellenándolo con cremas, helados, mermeladas, compota de frutas, etc.
La principal característica de la carlota es que se sirve fría y que no requiere de horneado, además del empleado para la preparación del bizcocho o galleta que la acompañan. Se requiere de la utilización de un molde de bordes altos donde se ordenan los bizcochos a la vertical en los bordes y tumbados en la base, de forma que contengan el relleno. El relleno se alterna con más capas de bizcocho o galleta y debe ser enfriado a fin de mantener la estabilidad del postre. La carlota se puede decorar con frutas, ralladuras, frutos secos o cristalizados y chocolate.
Esta receta de carlota de durazno es uno de los postres más fáciles que podrás preparar sin horno. Como no conseguí los bizcochos de soletilla voy a utilizar galletas macarenas. La vamos a decorar con crema chantillí y casquitos de duraznos.
Ingredientes:
2 tazas de queso crema
1 taza de leche evaporada
2 tazas de crema de leche
1 taza de leche condensada
1/2 taza de jugo de limón
14 g de gelatina sin sabor
Bizcochos de soletilla o galletas dulces
1 tarro de duraznos en almíbar
Cerecitas marrasquino (opcional)
Lo primero que haremos es forrar los costados de un molde desarmable con papel de cocina.
Abrimos el tarro de duraznos, los cortamos en cascos y reservamos el almíbar para mojar las galletas.
Batimos el queso con la leche evaporada, la leche condensada, el jugo de limón.
Hidratamos la gelatina en tres cucharadas de agua y la licuamos al baño maría o en microondas. La agregamos a la mezcla anterior.
Montamos la nata al punto chantilly y apartamos un tercio para decorar.
Mezclamos el resto con la crema de queso, con espátula y movimiento envolvente, hasta que esté homogéneo.
Mojamos las galletas en el almíbar y las colocamos en el fondo y alrededor del molde.
Seguido de una capa de crema y trocitos de durazno.
Se repite el proceso hasta tener varias capas y llenar el molde. Se lleva a refrigeración hasta que esté firme.
Se decora con rosetones de chantillí y cerecitas.