El turrón es una masa dulce obtenida por la cocción de miel o azúcares a la que se incorporan almendras peladas y tostadas. A dicha masa se le puede añadir o no, clara de huevo para que emulsione. Dicha pasta es posteriormente amasada y tradicionalmente se le da forma de tableta rectangular. El turrón tiene dos presentaciones los llamados turrón de alicante o duro y el turrón jijón o blando. Ambas variedades hacen parte de la gastronomía navideña española.
El origen del turrón se ubica en la península arábiga. Los árabes trajeron este postre a las costas del mediterráneo, especialmente a España e Italia. La versión española del turrón nace en la provincia de Alicante, alrededor del siglo XV pues en la época de Carlos V ya era un dulce famoso.
Al parecer el azúcar fue un ingrediente que se empezó a añadir más tardíamente, ya que se empieza a mencionar para fabricar turrón sólo desde el siglo XVIII, coincidiendo con la plantación masiva de caña de azúcar en América.
El proceso de fabricación es auténticamente tradicional y, aunque las modernas maquinarias facilitan su producción industrial, el sector turronero sigue guiándose por la misma receta de siempre.
Ingredientes:
150 g de azúcar
150 g de miel
250 g almendras peladas y tostadas
1 clara de huevo batidas a punto nieve
1/4 cucharadita de sal
Lo primero que haremos es pelar y tostar las almendras, en horno bajo o en sartén sin engrasar, moviéndolas para que doren homogéneamente y retirarlas cuando estén a gusto.
En una olla de fondo grueso ponemos la miel y el azúcar. Calentamos a fuego bajo, revolviendo hasta los 137°C. A partir de ahí no es necesario revolver, pero hay que estar atento hasta que alcance el punto hilo fuerte (148°C).
Mientras, batimos las claras con la sal hasta el punto nieve, pero sin que estén demasiado firmes.
Cuando el almíbar esté en su punto lo vaciamos en forma de hilo sobre las claras, sin dejar de batir hasta que esté firme.
Llevar este merengue al baño maría, cuidando que el fondo del recipiente no toque el agua de la cacerola base. Revolver continuamente con cuchara de madera e incorporar las almendras tostadas.
Disponer la preparación en un molde de metal sobre el cual habremos puesto papel pergamino, una capa de papel de arroz u obleas.
Alisar la superficie y colocar otra capa de papel de arroz u obleas.
Prensar con una tablilla forrada en papel aluminio.
Dejar enfriar los turrones, cortarlos y conservar envueltos en papel celofán.