Desde que el cheesecake se hizo por primera vez, hace mucho tiempo, ha venido pisando firme por su exquisito sabor. Se consume en todo el mundo y no existe una receta única, sino que dependiendo de la región y del gusto del cocinero se han desarrollado infinidad de variantes. Hoy voy a compartir una receta con melocotones que no necesita horneado.
Ingredientes:
200 g gGalletas dulces
100 g mantequilla sin sal
400 g de queso crema
200 g de crema de leche
150 g de azúcar
3 sobres de gelatina sin sabor
1 tarro (500 g) de duraznos en almíbar
1 cucharadita de fécula de maíz
Hidrata 2 sobres de gelatina en tres cucharadas de agua y licua al baño maría o en microondas y reserva.
Vierte el licuado sobre el batido de queso, mezclando hasta que la crema se vea homogénea.
Vacía sobre la base de galletas y lleva a refrigeración hasta que endurezca.
Cuando el Cheesecake está listo llevamos a fuego bajo el resto del almíbar de los duraznos con una cucharadita de fécula de maíz y azúcar al gusto, sin dejar de revolver hasta que cuaje. Bajar del fuego y agregar el sobrecito de gelatina sin sabor hidratado y licuado. Mezclar bien y dejar refrescar.
Esparcir sobre el Cheesecake y adornar con el resto de los duraznos cortados en casquitos. Llevar de nuevo a refrigeración hasta la hora de servir.
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