domingo, 20 de diciembre de 2020

TARTA TATIN

                                         

 La tarta tatin es una variante de la torta de manzana, que tuvo su origen en Francia. Lo que la distingue de las otras tartas es que se trata de una tarta invertida, es decir, el relleno se coloca debajo y la masa encima. La tradición dice que fue creada en el Hotel Tatin en Lamotte-Beuvron, Francia en 1889, lugar del que deriva su nombre.

Inició como una tarta de manzana, pero se puede hacer con todo tipo de frutas como duraznos, ciruelas, fresas, peras. En esta receta que les comparto he utilizado peras maduras pero firmes.

Relleno:

4 peras maduras

½ taza de azúcar

½ barra de mantequilla

½ cucharadita de canela en polvo

Masa:

½ taza de azúcar

2 tazas de harina

4 huevos

1/2 barra de mantequilla

½ taza de leche

½ cucharadita de vainilla

1 pizca de sal



Precaliente el horno a 180°C. Pele las peras, retire el corazón y haga rebanaditas al largo. Reserve. Ponga una sartén a fuego medio, caliente el azúcar y la mantequilla, removiendo con cuchara de madera, para que no se queme hasta que el caramelo tenga un color claro. Con cuidado, vierta el caramelo en el molde para tarta.  








Acomode las peras hasta cubrir todo el fondo. Espolvoree la canela.








Tamice la harina con el polvo de hornear y la sal. En un bol bata los huevos con el azúcar hasta que doble su volumen. Añada la mantequilla derretida sin dejar de batir.











 Agregue la harina, alternando con la leche, con movimiento envolvente hasta que esté bien integrada. El resultado será una masa suave.







Vierta la masa sobre las peras, extiéndala con ayuda de una cuchara para no desacomodar el diseño. 









Hornee durante 30 minutos o hasta que al insertar un palillo salga limpio. Desmolde en un plato con borde, un poco más grande que la tarta. Servir con helado, un té o café.

martes, 15 de diciembre de 2020

CHOCOFLÁN, TORTA MÁGICA O IMPOSIBLE



                            
El chocoflán, torta mágica o imposible, es una preparación que está muy de moda ahora. Se trata de juntar dos preparaciones con diferentes densidades, como el flan de caramelo y el brownie, que cuando las horneamos invierten su posición y acaban al revés de cómo lo colocamos. Tan solo hemos de tener en cuenta el tiempo de horneado para que el flan este bien cocido. Al dejarlo reposar en la nevera el brownie se humedece por el flan y el caramelo.

Para el brownie:

½ taza de cocoa

1 ½ tazas de harina

4 huevos

1 ½ tazas de azúcar

225 g (1 taza) de margarina derretida

½ cucharadita de vainilla

2 cucharaditas de polvo de hornear

¼ cucharadita de sal

Para el flan:

½ litro de leche

 4 huevos grandes

½ taza de azúcar

Vainilla al gusto

¼ cucharadita de sal

Para el caramelo:

1/2 taza de azúcar

3 cucharadas de agua



Engrase el molde que vaya a utilizar, preferiblemente de los que tienen un tubo en el centro, porque reparten mejor el calor.













Prepare el caramelo poniendo el azúcar y el agua en un cazo al fuego y cuando el caramelo tenga el color deseado se vierte en el fondo del molde. Se introduce una bandeja con agua en el horno para hacer el baño maría y se precalienta el horno a 190°C con calor arriba y abajo.











Para el brownie, en un bol se baten los 4 huevos como para perico, se agrega el azúcar y la mantequilla derretida.









Se sigue batiendo y se añade la harina cernida con la sal y el cacao en polvo. Mezclar hasta integrar todos los ingredientes. 










Se vierte la mezcla al molde. Mueve un poco el molde para nivelar el brownie.








Para el flan, pon los huevos en un bol e incorpora el azúcar. Bate e incorpora la leche y la vainilla. Sigue batiendo hasta mezclar bien todos los ingredientes. Vierte el flan en el molde a través de una cuchara al revés para que caiga de forma suave.









Cubre el molde con papel de aluminio y colócalo en el horno dentro de la bandeja con agua. Hornea durante una hora aproximadamente o hasta que al introducir un palillo salga limpio.






Déjalo enfriar, primero a temperatura ambiente, y después en la nevera durante aproximadamente 3 horas antes de desmoldar.

sábado, 12 de diciembre de 2020

GALLETAS DE JENGIBRE

                               

El pan de jengibre es una especie de bizcocho o galleta, caracterizado por un distintivo sabor a jengibre y, habitualmente, el uso de melaza para endulzar. 

Se cree que las primeras galletas de jengibre en Europa se elaboraron a finales de la Edad Media. En aquella época las galletas se decoraban con hojas de oro y tenían varias formas. Debido a que el jengibre todavía era un ingrediente difícil de conseguir en esos tiempos, las galletas de jengibre eran consideradas un lujo que solo los reyes y los más adinerados podían darse.

En el siglo XVI la reina Isabel I de Inglaterra pidió que sus galletas tuvieran la forma de algunos personajes, especialmente de los miembros de su corte y pretendientes. Unos años después los hermanos Grimm crearon un cuento tomando como inspiración las galletas de jengibre. 

Ingredientes:

4 tazas de harina

1 cucharada de bicarbonato

2 cucharaditas de jengibre molido

2 cucharaditas de canela molida

¼ cucharadita de clavito molido

¼ cucharadita de sal

1 taza de mantequilla (225 g)

1 taza de azúcar moreno

1 huevo + 1 yema 

½ taza de miel o melaza





Para empezar, tamizar los ingredientes secos, o sea, la harina, el bicarbonato, el jengibre, la canela, el clavito y la sal, en un recipiente amplio.








Incorporar la mantequilla cortada en cubos pequeños y trabajar la masa. Se puede hacer con un tenedor o con las manos. Añadir el azúcar, la miel, el huevo y la yema, mezclando bien después de cada uno.









Trabajar la masa hasta que todos los ingredientes estén integrado y se vea suave y uniforme.








Colocar la mezcla en una bolsa resellable o envolver en papel film y dejar reposar al menos 1 hora en refrigeración.









Pasado el tiempo de reposo sacar la masa del refrigerador y antes de comenzar a trabajarla precalentar el horno a 180°C y preparar un par de bandejas forrándolas con papel parafinado. Luego, se estira la masa con rodillo entre dos hojas de papel pergamino, hasta que las galletas tengan 5mm aproximadamente.









Cortar las galletas con la forma que quieras y colocar en la bandeja que preparó con el papel parafinado.








Hornear de 11 a 15 minutos para piezas grandes y entre 6 a 8 minutos para piezas pequeñas. Cuando estén listas, saca la bandeja del horno y déjalas reposar 5 minutos. Finalmente trasládalas a una rejilla para que terminen de enfriarse.






Para el glaseado, tamizar el azúcar glas y agregarlo sobre la clara por cucharadas mientras se remueve con varilla. Repetir el proceso añadiendo poco a poco el azúcar hasta conseguir la consistencia deseada. Para verificar, levantamos la varilla y observamos el glaseado mientras cae. Debe tardar unos 10 segundos antes de volverse a alisar. Por último, agregar unas gotas de limón y mezclar. Dividirlo y teñir en los colores que necesitemos.






Una Vez frías las galletas podemos proceder  a decorarlas con el glaseado.