lunes, 6 de enero de 2014

PIE DE MANGO

En la entrada anterior les comentaba que  la diferencia entre una tarta y un pie (pai) radica en que el pie llevaba masa en el fondo y por encima del relleno, mientras que la tarta era totalmente descubiertas. Bueno, entonces, el postre que les voy a regalar en esta ocasión es un pie.
Se calcula que el pie ha existido desde 2000 años A C entre los griegos y los egipcios. De Grecia llega a Roma. La primera receta conocida de pie data de los  romanos y era con queso y miel.
Los pies aparecieron en Inglaterra en el siglo XII y fueron predominantemente de carne. Según cuentan los historiadores, el “lemon pie” y  “Apple pie” han sido preparados desde la época medieval. A partir del siglo XVI se diseminó la receta a lo largo de las colonias inglesas y los colonos británicos, franceses y holandeses la llevaron al otro lado del Atlántico a países como Estados Unidos, donde ya en el siglo XVII era un postre popular. De estas primeras recetas traídas por los colonos al  actual “American Apple pie”, símbolo nacional, pocas han sido las modificaciones.
Siendo el mango una fruta tropical, el pie de mango es una adaptación de este delicioso postre a nuestro ardiente trópico.
Ingredientes:
2 o 3 mangos grandes que no tengan fibra
½ taza de azúcar
2 cucharadas de fécula de maíz
1 cucharadita de canela en polvo
1 cucharadita de nuez moscada
1 tris de clavito de olor
Se pela y se corta el mango a lo largo. Se liga con los demás ingredientes y se deja a un lado. Mientras tanto se hace la siguiente pasta:
3 tazas de harina
3 cucharaditas de polvo de hornear
1 cucharada de azúcar
½ cucharadita de sal
250 g de margarina
6 cucharadas de agua fría
1 huevo

Se mezcla la harina con el azúcar, la sal, el polvo de hornear  y la margarina, cortándola con tenedor y cuchillo hasta que se compenetren bien, luego se le agrega el agua y se sigue cortando. Se pone sobre la mesa un poco más de la mitad de la masa y se extiende con el rodillo. Se forra con esto el plato y se impermeabiliza untando el fondo con clara de huevo y se deja secar.






Se agrega la crema de mango y se forra  con la masa que quedó. 










Se le hacen perforaciones para que salga el vapor,  se le pone por encima un poquito de yema mezclada con agua para que dore y se lleva al horno a 240°C por 10 minutos y luego a 180°C hasta que esté (aprox. 50 minutos).

sábado, 28 de diciembre de 2013

TARTA O PASTEL DE COCO


                            
Existe confusión y no hay mucha claridad en la utilización de los términos pastel, tarta o pie (pai). Por definición una tarta es una masa de repostería rellena de ingredientes dulces o salados. La corteza está básicamente hecha de harina, mantequilla o manteca vegetal, sal y agua helada. 
Dicen que la diferencia entre una tarta y un pie es que éste – el pie- casi siempre se cubre con otra capa de masa, mientras que las tartas siempre se dejan al descubierto. 
Aunque la elaboración de pan y sus derivados se inició en el antiguo Egipto, nada indica que los primeros panaderos de la civilización tuvieran alguna vez la idea de rellenar un molde de pasta con carne, pescado o fruta. Este avance culinario se registró en la antigua Grecia, donde el “artocreas”, una tarta de carne picada con sólo una costra inferior de pan, gozó de varios siglos de popularidad. Dos características  distinguían estas primeras tartas: no tenían un piso superior de pasta y el relleno nunca consistía en frutas o cremas, sino tan sólo carne o pescado.
La primera referencia occidental a una tarta de frutas, y además una autentica tarta de postre, aparece en la historia con fecha sorprendentemente tardía: en el reinado de Isabel I de Inglaterra, o sea, en el siglo XVI. 
Tomando como base los anteriores parámetros llamaré Tarta de coco a la receta que voy a compartir con ustedes hoy, aunque a mí me la enseñaron como Pastel de coco.
Pasta:
2 tazas de harina
¼ cucharadita de sal
1  cucharadita de polvo de hornear
1  cucharadita de azúcar
150 g de mantequilla
5 cucharadas de agua helada



Ciérnanse las 2 tazas de harina con la sal,  el polvo de hornear y 1 cucharadita de azúcar. Se le agregan 150 g de mantequilla y se corta con tenedor y cuchillo,.









Agregue 5 cucharadas de agua helada. Se sigue cortando hasta hacer una pasta borronosa. 












Se estira sobre un plato de pastel o molde engrasado y se asa a 300° hasta que esté doradito (15 minutos m/m).








Crema de coco:
4 huevos
½ taza de azúcar
¼ cucharadita de sal
3 cucharadas de fécula de maíz
2 cucharadas de mantequilla
2 tazas de leche
½ cucharadita de vainilla
1 coco pelado y rallado 



Para la crema, bata 4 yemas, agréguele ½ taza de azúcar, ¼ cucharadita de sal, 3 cucharadas llenas de fécula de maíz, 2 cucharadas de mantequilla. Agregue a esto  2 tazas de leche hirviendo y cuájelo revolviendo constantemente. 









Bájelo y agregue vainilla al gusto y los 2/3  de un coco pelado y rallado. 
















Vacíe esta crema sobre la pasta. 











Decórela con un merengón hecho con las claras que sobraron, batiéndolas a punto de nieve y adicionándole  4 cucharadas de azúcar.












Encima del merengue se agrega el resto del coco y se lleva a dorar un ratico al horno o se quema con soplete.



sábado, 21 de diciembre de 2013

PUDÍN NEGRO (Para servir con champagne)

                                      
El pudín negro, torta negra o torta negra galesa, actualmente está muy ligada a todo lo que es celebración, sobre todo si hay brindis con champagne. Sin embargo su origen es bien distinto. Al contrario de lo que su nombre parece indicar , no vino de Gales.
En realidad, es todo un símbolo de la fuerza con la que los primeros colonos galeses que llegaron al valle del río Chubut enfrentaron las dificultades que les impuso el medio ambiente. El 28 de julio de 1865, en el velero Mimosa, llegaron a las costas de Chubut, 153 pobladores, entre hombres y mujeres, provenientes del condado de Madryn, en el país de Gales. Ellos querían huir del acoso inglés y el gobierno argentino quería poblar y defender un territorio inmenso, poblado por indígenas y continuamente amenazado por invasores extranjeros que se acercaban por tierra y por mar.
La escasez de alimentos por las que reiteradamente debían atravesar aquellos pioneros, obligó a las mujeres a inventar y reinventar formas de hacer rendir los escasos elementos con que contaban y procurar que se conservaran en el tiempo. Fue así que un grupo de familias juntaron varios ingredientes que poseían y las sabias manos de las mujeres fueron mezclando partes de harina, azúcar negra, nueces y otros ingredientes por el estilo, dando forma a una torta cuyas principales características fueron alto contenido en calorías y una larga posibilidad de conservación.
Pasados los peores momentos, la torta negra constituyó siempre un símbolo de tesón, supervivencia y vocación solidaria. Integrada a la tradición de la colonia galesa, durante muchos años una torta negra coronaba la torta de bodas. Los novios, una vez casados repartían entre los invitados parte de la torta y se guardaban una parte para ellos, envuelto en fino papel dentro de una lata de galletas. Así, todos los meses siguientes, conmemoraban la fecha de su boda compartiendo en la intimidad un trozo de este bizcochuelo oscuro, siempre húmedo y de tan particular sabor.
Esta tradición se ha extendido por el mundo y es así como la torta negra galesa  no solo acompaña bodas sino quinceañeros, grados, primeras comuniones. Incluso, en Colombia y Venezuela  suele ser un regalo muy apreciado en navidad.
Ingredientes:
4 tazas de harina
3 tazas de azúcar
500 g de margarina
200 g de frutas cristalizadas
6 cucharaditas de polvo de hornear
250 g de ciruelas pasas
250 g de pasitas
250 g de almendras
250 g  de nueces
8 huevos
1 cucharadita de canela en polvo
1 cucharadita de nuez moscada en polvo
1 cucharada de clavito en polvo
1 cucharadita de vainilla
1 taza de nescafé
1 botella de brandy o ron*
Papel parafinado

Las frutas cristalizadas se ponen en remojo en el brandy o ron desde el día anterior  y un rato antes de hacer el pudín se ponen a escurrir. Lo primero que haremos será el caramelo. Para ello ponemos en una cacerola 2 tazas de azúcar a tostar sin nada de agua. Se va revolviendo y cuando esté dorado se baja y se sigue revolviendo hasta enfriarlo. Se le agrega media taza de agua.



Se prepara el café con una taza de agua hervida y dos cucharadas de café instantáneo. La harina se cierne con el polvo de hornear, la canela, clavito, nuez moscada. A esto se le agrega las ciruelas pasas cortadas en trocitos y sin semilla, las pasitas cortadas por la mitad, las almendras y las nueces trituradas. Se engrasan, empapelan y engrasan los moldes. Se pone acalentar el horno a 180°C.




Se bate la margarina con el azúcar y se le agregan las frutas cristalizadas escurridas (el ron se aparta). Se le pone el caramelo,  la vainilla.




La harina ya lista, se va alternando con  la taza de café. Por último los huevos se baten, se le agregan a la mezcla, se revuelve bien y se pone en los moldes y se asa por aproximadamente 50 minutos o hasta que al introducir un palillo salga limpio. Cuando el pudín va para el horno se le pone encima un pedazo de papel parafinado.




Se desmoldan calientes, se dejan refrescar y se bañan con el ron que quedó de las frutas cristalizadas, se envuelven en papel manteca y se guardan