martes, 2 de febrero de 2021

TORTA DE CARAMELO DECORADA CON FRUTAS

                                

La torta, bizcocho o pudín de caramelo es una de las opciones que tenemos a la hora de preparar un delicioso postre. Se trata de una torta fácil, sencilla y con un exquisito sabor que encantará tanto a grandes como a los pequeños. Se complementa bien con cualquier cobertura como merengue, chantillí, ganache de chocolate, buttercream o fondant.

Ingredientes:

2 tazas de azúcar

4 tazas de harina

4 cucharadas de polvo de hornear

¼ cucharadita de sal

400 g de margarina 

4 huevos

1 taza de leche hirviendo

2 tazas de nata 

Frutas varias

100 g de chocolate blanco

Colorante rojo c/n

Glasé neutro c/n



Caramelice 1 taza de azúcar poniéndolas en una olla o sartén grueso sobre poco fuego hasta que se licúe y quede dorado, revolviendo constantemente. Bájelo y enfríelo moviéndolo constantemente.






 


Agregue la leche hirviendo y siga revolviendo. Si se empelota se lleva al fogón de nuevo. Deje enfriar.








Bata la margarina con la otra taza de azúcar, agregue uno a uno los huevos, batiendo después de cada uno. 












Agregue los ingredientes secos alternando con el sirope. Se asa en uno o dos moldes engrasados a 350°F o 180°C hasta que esté.









Cuando la torta esté fría se divide en dos o tres rebanadas horizontales. 









Se le coloca el relleno escogido, en este caso caramelo salado para reafirmar el sabor.








La nata se monta al punto chantillí y  se cubre la torta con una capa de cobertura. Se lleva a refrigeración por un rato. 








Mientras, el chocolate blanco se derrite al baño maría o en el microondas y se le da el color.









Se le da la segunda capa de cobertura y se hacen los drips de chocolate. Se hacen rosetones en la parte superior con la chantillí, para respaldar las frutas.










Por último, se acomodan las frutas y se barnizan con el glasé neutro para que se mantengan frescas.

domingo, 24 de enero de 2021

GLASEADO ESPEJO

                                 

El glaseado espejo es una cobertura que va muy bien con las tartas heladas, pasteles o mousse. Además de un acabado liso y brillante este glaseado, a base de chocolate blanco, aporte un rico sabor.

Es importante tener en cuenta que este glaseado sólo queda bien en postres fríos, por eso, si piensas cubrir una torta con él, tendrás que cubrirla primero con nata montada y llevarla a congelación para que éste se pueda adherir bien.

Ingredientes:

320 g chocolate blanco

280 g azúcar granulada

240 g leche condensada

20 g gelatina sin sabor

240 ml de agua



Lo primero que haremos es preparar nuestra torta para que el glaseado espejo se adhiera. Para ello la cubrimos con una capa de crema chcantillí y llevamos al congelador.







Hidratar la gelatina en 70 ml de agua, removiendo para que no se formen grumos, reservar.











Picar el chocolate blanco en trozos pequeños y reservar. 








En una olla colocar el resto del agua con el azúcar y la leche condensada. Mezclar muy bien sin generar burbujas. Llevar a fuego suave mientras remueves con un batidor de alambre.








Cuando rompa hervor, bajar del fuego, echar la gelatina hidratada y remover hasta que se haya integrado.









Agregar el chocolate picado y remover hasta que se funda por completo. Si es necesario usa la batidora de inmersión, pero al fondo para evitar el hacer burbujas.









Pasa la mezcla por un colador para sacar cualquier grumo que haya podido quedar. En este momento agrega el color en polvo o gel.








Cuando el glaseado espejo tenga una consistencia similar a la miel, entre 30 – 35°C, vierte sobre la torta que debe estar bien fría.








Déjala escurrir en la rejilla y guarda en la nevera hasta el momento de servir.

jueves, 21 de enero de 2021

TARTA DE LIMÓN

                            

La tarta de limón, también conocido como pastel de limón, pie de limón o lemon pie, es un pastel formado por una base de masa dulce que lleva encima una capa de crema de limón y, a veces, otra de merengue. Esta es una receta tradicional de la cocina británica y estadounidense, si bien se conoce en muchos otros lugares y se consume como postre o como merienda.

Para la base del pastel podemos usar una masa quebrada, una masa sablé, hojaldre o simplemente unas galletas trituradas con mantequilla. Para el relleno usaremos crema de leche, leche condensada, zumo fresco y ralladura de limón y huevos si se  hace horneado o reemplazando los huevos por gelatina sin sabor si se hace refrigerado. La receta que les comparto hoy es refrigerada con una base de galletas.

Ingredientes:

300 g de galletas dulces de leche

100 g de mantequilla

400 g de leche condensada

200 g de crema de leche

2 sobres gelatina sin sabor

½ taza zumo de limón

Ralladura de 1 limón




Procesar las galletas y mezclar con la mantequilla derretida. 









Cubrir el fondo y las paredes del molde con esta mezcla y presionar con los dedos hasta que quede compacto.








Llevar al horno precalentado a 180°C por 15 minutos.






Hidratar la gelatina en 3 cucharadas de agua fría. 














Mezclar en un bol la leche condesada con la crema de leche, ralladura y zumo  de limón.








 Calentar en microondas o al baño maría la gelatina hasta que esté liquida. 









Adicionar la gelatina a la mezcla. Vaciar en el molde sobre las galletas y llevar al refrigerador por cuatro horas mínimo para que cuaje. 








Desmoldamos la tarta y con 3 claras y el doble  de su peso en azúcar hacemos un merengue italiano o suizo con el que decoramos la tarta una vez que esté fría. 







Si queremos la quemamos con soplete o en el horno.