sábado, 11 de octubre de 2025

FINANCIERS


Los financiers son unos deliciosos bizcochos franceses de almendra que destacan por su textura suave, esponjosa y un delicado sabor a mantequilla tostada. Estos pequeños pasteles, con forma rectangular o de lingote, tienen un origen histórico que se remonta al siglo XVII. Aunque hoy en día se disfrutan en todo el mundo, nacieron en los conventos franceses y luego se popularizaron en las pastelerías parisinas. Su sencillez y elegancia los convierten en un imprescindible en cualquier pastelería gourmet.

El origen de los financiers se atribuye a las monjas de la orden de las Visitandinas, ubicadas en la región de Lorena, Francia. Estas religiosas crearon un pequeño pastel de almendra conocido como visitandine. La popularidad de este pastel comenzó a extenderse más allá de los muros del convento y llegó a las pastelerías de Francia. Fue en el siglo XIX cuando los financiers tal como los conocemos hoy en día cobraron relevancia en París. El cambio en su formato y nombre se atribuye al pastelero Lasne, quien trabajaba en una pastelería cerca de la Bolsa de Valores de París. Lasne adaptó la receta tradicional de las monjas para crear un pastel más pequeño y práctico, pensado para satisfacer las necesidades de los hombres de negocios que necesitaban un dulce rápido que no ensuciara.

Ingredientes:

110 g de mantequilla

80 g harina de almendras

150 g azúcar glas

40 g harina de trigo

4 claras de huevo

1 pizca de sal



Lo ideal a la hora de hacer financiers, es tener un molde como este con la forma de lingotes de oro. Pero si no lo tenemos, engrasamos el molde de nuestra preferencia y luego los cortamos.




En primer lugar, preparamos la mantequilla tostada. Para ello, calentamos a fuego suave 110 g de mantequilla hasta que tenga un color marrón tostado, suele tardar 4-5 minutos. Vertemos la mantequilla en un cuenco y dejamos los posos en el cazo.









Tamizamos en un bol 80 g de harina de almendras, 150 g de azúcar glas, 40 g de harina de trigo y 1 pizca de sal.










Incorporamos 4 claras de huevo (sin batirlas) a los secos con la ayuda de una espátula y mezclamos bien.








Agregamos la mantequilla tostada y mezclamos de nuevo. Reservamos la mezcla 1 hora en la nevera (o mejor, una noche).






Precalentamos el horno a 200 ºC. Engrasamos ligeramente el molde de los financiers con 5 g de mantequilla a temperatura ambiente y los llenamos hasta tres cuartas partes de su capacidad con la masa fría.





Horneamos los financiers a 200 ºC con calor arriba y abajo, durante 13-15 minutos hasta que estén dorados. Podemos comprobar si están hechos introduciendo un palillo en su interior, este debe salir limpio.









Sacamos del horno, los dejamos reposar 10 minutos, los retiramos del molde y los dejamos enfriar encima de una rejilla. Si no contamos con el molde con forma de lingotes, cortamos los financiers y los disfrutamos.

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